miércoles, 4 de diciembre de 2013

Las tripas del informe PISA

Las tripas del informe

La prueba educativa trata de medir las competencias de los alumnos y comparar entre países

Algunos expertos creen que hay fallos de base que hacen casi inservibles sus resultados

Alumnos de un instituto de Huelva partcipantes en PISA 2006. / LOGAN
El informe PISA de la OCDE es, sin duda, después de 13 años y cinco ediciones, la más famosa evaluación internacional sobre los resultados escolares de todo el mundo. Casi nadie discute la importancia de una monumental base de datos educativa que contiene todo tipo de información (no solo de los resultados de las pruebas, sino sobre los colegios, los intereses de los estudiantes, los profesores, las familias, los medios materiales…) acerca de cientos de miles de alumnos de 15 años de todo el mundo. En esta última prueba han participado 295.416 jóvenes de 67 países y regiones (por ejemplo, de China participan por separado, Hong Kong y Shanghái). Sin embargo, a medida que aumentaba el éxito de PISA (no hay político que no lo saque a colación para justificar su reforma, como ha hecho el ministro de Educación español, José Ignacio Wert, con su recién aprobada ley educativa), también se han ido acumulando las críticas.

Asia gana la carrera de la educación

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Solo algunas regiones de China se evalúan en el informe PISA. En la imagen, una alumna de una zona rural al este del país. / PILLAR LEE (REUTERS)
Zhou Luwen puede ahorrar en ropa, en calefacción, incluso en comida. Pero tiene muy claro que hay un apartado en el que jamás escatimará un yuan: la educación de sus dos retoños. “Siempre nos han enseñado que es lo más importante en la vida, una inversión indispensable. Porque sin educación no es posible tener éxito”. La filosofía de esta mujer de 43 años, residente en Shanghái, cala en toda China. Esa mentalidad —traducida en una fortísima presión social para los estudiantes— se ha identificado como una parte fundamental del éxito de los países asiáticos en el informe PISA, que este año se ha centrado en las matemáticas (también se evalúan cada tres años las competencias en lectura y ciencias).